#JunkieOdiado de la semana
Bienvenid@s una vez más a este blog!
Anduve algo loca con estos temas porque tuve que enfrentarme a un bloqueo mental..vieron cuando tenés muchas cosas de las que querés hablar, no te decidís por ninguna y por lo tanto no hablas de nada? Bueno, eso, porque ante todo #millenial.
Entonces, estaba que un día quería hablarles de iluminadores, y otro cambiaba a algún tuto rápido para salir del paso con pocos productos like a champion, o volver a hablar de algún #junkieamado, y no me decidía. Mi signo estaba en..Júpiter o algo así, y por eso estaba tan indecisa. Pero ahora ya volvió a su cucha, mi cumpleaños ya pasó, y todos mis problemas existenciales se disiparon para dar paso a la verdad..esa única constante en mis momentos de incertidumbre: el odio que me agarra cuando compro algo que resulta ser una cagada.
Así que hoy les traigo un #junkieodiado, un producto al cual después de darle un chillón de oportunidades, me siguió decepcionando. Un producto al que yo quería amar, al que yo quería recomendar y realmente quería que fuese bueno. Pero no.
Hablo de nada más ni nada menos que de esto: el gel hidratante con vitamina c para pieles grasas de Tortulan.
Lo compré muy ilusionada. Lo ví en la góndola de farmacity a un precio irrisorio, creo que no llegaba ni a los $80. Traía un montón. Me acerqué para tomarlo y se me aceleró el corazón al ver que además, era cruelty free, sin gluten, sin parabenos, sin sulfatos.
Parecía salido del cielo de las cremas faciales. Me emocioné. Dije “naaaaa, no puede ser, dónde estuviste toda mi vidaaa!”. Me lo llevé sin dudar. No mire ingredientes, no busque reseñas. Me tiré a la pileta confiando en que el universo iba a conspirar a mí favor. Yyyy..el universo se me cagó de risa en la cara. Por crédula y rata.
Está bien, me lo merezco. Lo acepto.
Llegué a casa y fui corriendo a lavarme la carita para probarlo ahí. Y cuánta fue mi desilusión cuando al aplicarlo, siento un pegote, pero pegote pegote..como moco. Color naranja transgénico, y con un olor a mandarina que bien podría haberme estado pasando un gajo por la cara. Me dije a mi misma, “debe ser la vitamina c..ya se va a absorber..calma”. Pero pasaron unos minutos y nada. Pasó una hora y nada. No había forma de que ese moco se absorbiera. Al final creo que quedó todo pegado a la almohada, el olor nunca se disipó y para peor! Me levanté brillosa como si durante mi sueño, los gnomos del cuidado facial hubiesen frotado enérgicamente un papel manteca por toda mi cara.
Lo único que cruzaba por mi mente era odio.
Pero fiel a mi misma, y porque ya lo había comprado (rata), decidí darle otra oportunidad. Y otra. Y otra. Hasta que un día, lo pior. Me comenzaron a salir granos! Esa mierda me estaba obstruyendo los poros con su olor a mandarina y su pegote naranja tóxico. Y ahí fue todo. No lo tiré porque #rata..pero lo dejé ahí en el gabinete de mis cremas juntando polvo y pelusa, pensando de qué otra forma se le podía dar utilidad. No la encontré. Intenté ponermela en mis pies desérticos, y no anduvo, tampoco en mis piernas o en el cuerpo en general. Esa mierda no se absorbe. Queda todo pegote forever, y después se transfiere a la ropa que te hayas puesto.
Un asco. Un odio. Aghhh me ahogo con mi rabia.
Así que bueno, quería contarles esta historia de terror, para que no sucumban ante las promesas de los productos tan fácil como yo. Y l@s aliento a buscar reseñas SIEMPRE antes de gatillar con la tarjeta. Así sea algo baratengui. A veces uno dice “ah no es nada”..pero con esos $80 podía haberme obstruido los poros de otra forma..como comprando chocolate. Y así si da gusto que te salgan granos! O no?
Lección aprendida para siempre! Una lástima porque de tortulan me gustan algunas cositas..pero bueno, ésta fue un NO rotundo. Al menos no me hizo percha la piel. Solo unos granitos, todavía sirve, todavía sirve!
Hasta la próxima mis junkies! Besitos de unicornio!🦄💙
Anduve algo loca con estos temas porque tuve que enfrentarme a un bloqueo mental..vieron cuando tenés muchas cosas de las que querés hablar, no te decidís por ninguna y por lo tanto no hablas de nada? Bueno, eso, porque ante todo #millenial.
Entonces, estaba que un día quería hablarles de iluminadores, y otro cambiaba a algún tuto rápido para salir del paso con pocos productos like a champion, o volver a hablar de algún #junkieamado, y no me decidía. Mi signo estaba en..Júpiter o algo así, y por eso estaba tan indecisa. Pero ahora ya volvió a su cucha, mi cumpleaños ya pasó, y todos mis problemas existenciales se disiparon para dar paso a la verdad..esa única constante en mis momentos de incertidumbre: el odio que me agarra cuando compro algo que resulta ser una cagada.
Así que hoy les traigo un #junkieodiado, un producto al cual después de darle un chillón de oportunidades, me siguió decepcionando. Un producto al que yo quería amar, al que yo quería recomendar y realmente quería que fuese bueno. Pero no.
Hablo de nada más ni nada menos que de esto: el gel hidratante con vitamina c para pieles grasas de Tortulan.
Lo compré muy ilusionada. Lo ví en la góndola de farmacity a un precio irrisorio, creo que no llegaba ni a los $80. Traía un montón. Me acerqué para tomarlo y se me aceleró el corazón al ver que además, era cruelty free, sin gluten, sin parabenos, sin sulfatos.
Parecía salido del cielo de las cremas faciales. Me emocioné. Dije “naaaaa, no puede ser, dónde estuviste toda mi vidaaa!”. Me lo llevé sin dudar. No mire ingredientes, no busque reseñas. Me tiré a la pileta confiando en que el universo iba a conspirar a mí favor. Yyyy..el universo se me cagó de risa en la cara. Por crédula y rata.
Está bien, me lo merezco. Lo acepto.
Llegué a casa y fui corriendo a lavarme la carita para probarlo ahí. Y cuánta fue mi desilusión cuando al aplicarlo, siento un pegote, pero pegote pegote..como moco. Color naranja transgénico, y con un olor a mandarina que bien podría haberme estado pasando un gajo por la cara. Me dije a mi misma, “debe ser la vitamina c..ya se va a absorber..calma”. Pero pasaron unos minutos y nada. Pasó una hora y nada. No había forma de que ese moco se absorbiera. Al final creo que quedó todo pegado a la almohada, el olor nunca se disipó y para peor! Me levanté brillosa como si durante mi sueño, los gnomos del cuidado facial hubiesen frotado enérgicamente un papel manteca por toda mi cara.
Lo único que cruzaba por mi mente era odio.
Pero fiel a mi misma, y porque ya lo había comprado (rata), decidí darle otra oportunidad. Y otra. Y otra. Hasta que un día, lo pior. Me comenzaron a salir granos! Esa mierda me estaba obstruyendo los poros con su olor a mandarina y su pegote naranja tóxico. Y ahí fue todo. No lo tiré porque #rata..pero lo dejé ahí en el gabinete de mis cremas juntando polvo y pelusa, pensando de qué otra forma se le podía dar utilidad. No la encontré. Intenté ponermela en mis pies desérticos, y no anduvo, tampoco en mis piernas o en el cuerpo en general. Esa mierda no se absorbe. Queda todo pegote forever, y después se transfiere a la ropa que te hayas puesto.
Un asco. Un odio. Aghhh me ahogo con mi rabia.
Así que bueno, quería contarles esta historia de terror, para que no sucumban ante las promesas de los productos tan fácil como yo. Y l@s aliento a buscar reseñas SIEMPRE antes de gatillar con la tarjeta. Así sea algo baratengui. A veces uno dice “ah no es nada”..pero con esos $80 podía haberme obstruido los poros de otra forma..como comprando chocolate. Y así si da gusto que te salgan granos! O no?
Lección aprendida para siempre! Una lástima porque de tortulan me gustan algunas cositas..pero bueno, ésta fue un NO rotundo. Al menos no me hizo percha la piel. Solo unos granitos, todavía sirve, todavía sirve!
Hasta la próxima mis junkies! Besitos de unicornio!🦄💙
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